Hace poco más de un año, el 11 de marzo de 2020, “profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad, y por los niveles también alarmantes de inacción, la OMS determina en su evaluación que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia”
[1].
Cerca de dos millones y medio de personas han muerto en todo el mundo a causa de un virus cuyo manejo y control en enfermos –durante este año- ha sido poco menos que un misterio para la ciencia médica. Literalmente, la vida humana en el planeta Tierra fue puesta en entredicho por esta pandemia, que no solamente ha afectado la dimensión biológica de la existencia, sino que también ha modificado nuestras costumbres y prácticas como sociedades en todos los campos. Piénsese nomás en las restricciones de movilidad y transporte, y en el llamado distanciamiento social, impuestos por las cuarentenas obligatorias y demás circunstancias derivadas de la pandemia; en el vacío y el silencio de las grandes avenidas y plazas de las metrópolis de todos los continentes.
En este complejo escenario, el Programa de Especialización en Periodismo de Paz de la Fundación Universitaria Claretiana de Colombia, Uniclaretiana, organiza y promueve este espacio de reflexión para intercambiar conceptos, opiniones y puntos de vista acerca del comportamiento de la prensa en el año de pandemia que hemos vivido.
Dos preguntas guían nuestra reflexión:
Participan en la reflexión los comunicadores sociales Carlos Enrique Flórez Valeriano y Ana Gabriela Molina Meneses, desde Ecuador; Nelson David Mayorga Perdomo y Julio César Uribe Hermocillo, desde Colombia. Viernes 19 de marzo de 2021. 3 a 5 p.m. Conexión por
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